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viernes, 23 de noviembre de 2012

"Una vida entre sueños" // CAPITULO III: Vestiduras de ilusión

Con esfuerzos  Chris logró despertarse, sin saber exactamente lo que pasaba, sabía que había soñado algo… no recordaba respecto a que o quien solo recordaba que una gran mancha negra… pero no un negro común… era como si fuera un negro misterioso… como si se combinara con algún otro color…
-Un color oscuro… tal vez morado o… - Pensó Chris pero no quiso seguir indagando, algo en su interior le decía que no debía profundizar en eso, simplemente sacudió su cabeza dando por terminado el tema.

Se levantó y se dispuso a comenzar su día, se sentía extrañamente con muchas energías, se fue flotando hasta la ducha y se percató que su brazo izquierdo le dolía aun cuando este parecía estar “limpio”, es decir, sin ninguna herida de cualquier tipo, al no encontrar nada que hacer con su brazo decidió ignorar el dolor y continuo con su baño.

Salió de su casa con un aire completamente nuevo, sentía como si todo fuera más ligero, tan ligero que podía ir volando a la escuela siendo arrastrado por el viento.
Al llegar a su salón de clases se encontró con una razón más por la que sonreír en este fantástico día… Oz…

No sabría decirles que lo impulso o de donde saco el valor que usó pero se acercó felizmente esquivando todo el salón hasta llegar a él.

-Hola- Dijo Chris lanzando una sonrisa.

-Hola- Dijo Oz en un tono normal pero sonriendo a Chris.

-Este sábado hay una exposición de arte en el centro ¿Te gustaría ir?

-Claro, te veo ahí a las 12-

-De acuerdo-

Chris regresó a su lugar a sentarse, gracias a su estado de ánimo fue como sentarse encima de una nube. Las clases transcurrieron con una velocidad increíble, Chris simplemente se perdía con el paisaje de la ventana, pues era completamente alucinante, gracias a que tenía su música veía cosas asombrosas pasar por la ventana, y a esta misma velocidad llegó el fin de semana, podría decirse que Chris disfruto su semana viajando entre mundos fantásticos por la ventana, peleando con criaturas y dragones, entre muchas otras cosas, y todo mientras intentaba poner atención a sus clases.

El sábado llegó con una mañana radiante, Chris se levantó y comenzó su día con una gran sonrisa en la cara, tomo una ducha y salió al exterior. Comenzó a caminar sin saber a donde ir y, no sé como sinceramente, llego a su destino, la exposición de arte y a lo lejos vio una larga y hermosa cabellera y al instante supo de quien se trataba, era Oz, su respiración se agitó pero fue capaz de acercarse corriendo a él, fue como si sus brazos se convirtieran en alas que tenían como objetivo acobijar a Oz, y fue lo que hizo, lo abrazó por la espalda.

-Hola- le dijo Chris al oído- ¿Algo interesante que ver?

-Eres lo primera cosa interesante que he visto en este lugar- le dijo Oz con una voz completamente dulce

-Me alegra oír eso- dijo Chris caminando con él sin alejar sus grandes alas de su cuerpo, era como si intentará protegerlo de algo… o alguien.

Caminaron así un buen rato hasta que se encontraron con la exposición de pintura, hubo un cuadro que llamo mucho la atención de Chris, era una chica, una chica muy bella pero no pudo contemplar el cuadro completamente pues su cabeza comenzó a doler de una manera muy grave al mismo tiempo que unas imágenes espantosas comenzaban a aparecer en su mente, como si su mente fuera a explotar, o como si una serie de cuchillos quisieran salir disparados desde el interior hacia diferentes direcciones, un cuerpo rodeado de sangre en suelo, rosas blancas manchándose de sangre… de alguna forma sabía que el ver ese cuadro le había causado el dolor, tenía que irse pero el dolor no lo dejaba moverse, no podía concentrarse lo suficiente como para poder caminar, comenzaba a ser insoportable…

-¡CHRIS!- oí gritar a Oz cuando Chris se dejo caer al suelo agarrando su cabeza con fuerza
Oz tomo a Chris en sus brazos intentando calmarlo, pero no obtuvo mucho éxito así que decidió cargarlo y llevarlo lo más rápido posible a su casa para que descansara, no sé como es que paso pero al siguiente instante Chris estaba recostado y Oz estaba a su lado tomando su mano muy cerca de su boca, tenía una expresión muy preocupada

-¿Cómo te encuentras? – preguntó Oz

- Bien… creo – dijo Chris

- Me alegro – dijo Oz - ¿Qué te ocurrió?

- No lo sé, fue como si mi mente quisiera explotar cuando vi aquel cuadro – dijo Chris mientras se sentaba en su cama – Pero no te preocupes ahora estoy mucho mejor

Oz se abalanzó a él abrazándolo

-Me diste un buen susto – dijo Oz entre sollozos

El calor del cuerpo de Oz logró transportar a Chris a un mundo que jamás había visitado, un mundo lleno de suspiros, polvos de hada y fantasía… creo que es eso que los humanos llaman “sentirse enamorado”.

Se hacía noche, Oz estaba en la sala pues no quiso dejar solo a Chris, lo dejó acostado en su cama bien abrigado con una toalla doblada en la cabeza para aliviar la fiebre la cual cambiaba cada cierto tiempo. Mientras tanto en la mente de Chris comenzaban a salir imágenes aterradoras, una pared blanca asfixiante, piquetes en los brazos que le inyectaban veneno y  unas correas que no permitían que se moviera, Chris comenzaba a temblar un poco entre sueños lo que preocupaba a Oz obligándolo a permanecer su lado toda la noche.

A la mañana siguiente lo primero que vio Chris fue a Oz recostado en la cama, una imagen que logró hacer que se le escapara una lágrima, una lágrima llena de amor que se convirtió en cristal…
Chris decidió levantarse a ducharse, quería despejar su mente de todo lo que había soñado y un buen baño era la mejor terapia para esas cosas. El sonido de la regadera despertó a Oz que volteo a ver la ducha y se estiró, volteó a ver un pequeño cuaderno negro, un cuaderno que significaba un mundo para Chris pero él no lo sabía así que lo tomo y comenzó a leerlo, cuando Chris volvió con el cabello húmedo y ropa limpia lo vio y se quedó parado mirándolo fijamente.

-… ¿Qué… que haces?-

-¿Tu escribiste todo esto? Es simplemente hermoso- Dijo Oz

-DAME ESO – dijo Chris arrebatándole la libreta- Jamás le he enseñado esta libreta a nadie… es demasiado personal…

-Lo… lo siento no lo sabía- se disculpó Oz- Pero realmente es muy hermoso

-Mucho de lo que hay aquí esta inspirado en ti – dijo Chris bajando la mirada

-Chris… - susurró Oz mientras se acercaba a Chris – eres una persona fantástica, el conocerte ha sido fantástico para mí… pero tengo que decirte algo…

Las palabras que dijo después Chris las borró de su mente pero estoy casi seguro que dijo algo como “Despierta ya”, después de eso se fueron al parque a acostarse un rato en el césped mientras Chris le enseñaba su libreta más a fondo explicándole el porqué de cada escrito y de cada dibujo. De alguna forma Chris sentía que había estado ahí antes en esta misma situación, pero no lograba ordenar del todo su mente como para recordarlo, muchas cosas pasaban por ella pero la que ocupaba más espacio era este momento, este instante…

El tiempo pasó y se oscureció, se dirigieron a la casa de Chris tomados de la mano, era como si fueran uno solo, cada uno desplegó un ala y volaron juntos…

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